[artículo] Título : | El trabajador, el consumidor y el ciudadano : las diversas caras del mismo ser humano | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | María Cecília Máximo Teodoro | Fecha de publicación: | 2020 | Artículo en la página: | pp. 177-190 | Idioma : | Español | Temas: | CIUDADANOS CONSUMISMO GLOBALIZACION POSTMODERNIDAD SOCIOLOGIA TRABAJADORES
| Resumen: | Cuando hablamos del trabajador del consumidor y del ciudadano, miramos la misma persona en sus diversas facetas de ser humano. Comprender los tres separados es algo solamente posible teóricamente y solamente en la modernidad líquida, siguiendo a Zygmunt Bauman que rechaza la idea de posmodernidad, porque aún no hemos llegado a experimentar un nuevo paradigma, pero algo si diferente, puesto que maleable y que se opone al periodo anterior, llamado por él, la modernidad sólida. Esta es caracterizada por el control, dirección, la coherencia y la razón. La palabra que mejor caracteriza la modernidad sólida de Bauman es "orden”, en la medida en que el objetivo moderno se legitima en una sociedad organizada por la razón científica. A partir de la construcción de Bauman, la modernidad sólida da paso a la modernidad líquida, que se caracteriza por la fragilidad de las relaciones humanas, por la incertidumbre, la flexibilidad, la desregulación del trabajo y el aplanamiento de la esfera pública. Se argumenta que, en este escenario, el capitalismo alcanza su potencia máxima, por la cual intenta transformar la persona en empresa e intenta consolidarse haciendo al ser humano olvidar de su cara de trabajador, viéndose tan solo como consumidor y, consecuentemente abandonando su papel de ciudadano. La relación laboral de otrora, estable, sólida, colocaba en las manos del trabajador el desafío de pensar los "medios" de cómo lograr el objetivo que se diseña para todos, que era colocado por el Estado, el cual era de cierta forma, legislado. Hoy el desafío no es más pensar los medios, pero escoger una de entre tantas opciones que son colocadas y ponderar. El trabajador se enfrenta a mil posibilidades, pero no encuentra estabilidad y seguridad en ninguna de ellas. Hoy en día, el trabajador se encuentra en una situación de incertidumbre, precariedad e inestabilidad, frente a varias opciones, cediendo su seguridad ontológica y reinventado-se no como trabajador, sino como consumidor, perdiendo la capacidad de actuar en la esfera social como ciudadano. Cuando se habla de las diversas caras del mismo ser humano, nosotros nos dedicamos al estudio interseccional de los papeles sociales desempeñados por el ser humano y la forma de introyección subjetiva de estos valores en si mismo, mostrando como el sistema capitalista se apropio de las interacciones entre trabajo y consumo en el contexto de un capitalismo globalizado, maleable e ilimitado, haciendo que el consumo ejerza una influencia, en su modalidad consumista, sobre el ser trabajador a punto del trabajo y el trabajador se instrumentalice, culminando en la inconcebible objetivación y patrimonialización de la persona humana y en la pérdida de la capacidad de acción y presión del ciudadano. | Nota de contenido: | Introducción: la modernidad líquida -- El trabajador, el consumidor y el ciudadano -- El trabajo líquido: el trabajador en busca de su lugar -- Consideraciones finales: ¿adónde está el sentimiento de la clase trabajadora? -- Referencias. | Enlace permanente a este registro: | https://opac.um.edu.uy/index.php?lvl=notice_display&id=96963 | in Revista Derecho del Trabajo > Año 8, n.27 (abr.-jun., 2020) . - pp. 177-190
[artículo] El trabajador, el consumidor y el ciudadano : las diversas caras del mismo ser humano [texto impreso] / María Cecília Máximo Teodoro . - 2020 . - pp. 177-190. Idioma : Español in Revista Derecho del Trabajo > Año 8, n.27 (abr.-jun., 2020) . - pp. 177-190 Temas: | CIUDADANOS CONSUMISMO GLOBALIZACION POSTMODERNIDAD SOCIOLOGIA TRABAJADORES
| Resumen: | Cuando hablamos del trabajador del consumidor y del ciudadano, miramos la misma persona en sus diversas facetas de ser humano. Comprender los tres separados es algo solamente posible teóricamente y solamente en la modernidad líquida, siguiendo a Zygmunt Bauman que rechaza la idea de posmodernidad, porque aún no hemos llegado a experimentar un nuevo paradigma, pero algo si diferente, puesto que maleable y que se opone al periodo anterior, llamado por él, la modernidad sólida. Esta es caracterizada por el control, dirección, la coherencia y la razón. La palabra que mejor caracteriza la modernidad sólida de Bauman es "orden”, en la medida en que el objetivo moderno se legitima en una sociedad organizada por la razón científica. A partir de la construcción de Bauman, la modernidad sólida da paso a la modernidad líquida, que se caracteriza por la fragilidad de las relaciones humanas, por la incertidumbre, la flexibilidad, la desregulación del trabajo y el aplanamiento de la esfera pública. Se argumenta que, en este escenario, el capitalismo alcanza su potencia máxima, por la cual intenta transformar la persona en empresa e intenta consolidarse haciendo al ser humano olvidar de su cara de trabajador, viéndose tan solo como consumidor y, consecuentemente abandonando su papel de ciudadano. La relación laboral de otrora, estable, sólida, colocaba en las manos del trabajador el desafío de pensar los "medios" de cómo lograr el objetivo que se diseña para todos, que era colocado por el Estado, el cual era de cierta forma, legislado. Hoy el desafío no es más pensar los medios, pero escoger una de entre tantas opciones que son colocadas y ponderar. El trabajador se enfrenta a mil posibilidades, pero no encuentra estabilidad y seguridad en ninguna de ellas. Hoy en día, el trabajador se encuentra en una situación de incertidumbre, precariedad e inestabilidad, frente a varias opciones, cediendo su seguridad ontológica y reinventado-se no como trabajador, sino como consumidor, perdiendo la capacidad de actuar en la esfera social como ciudadano. Cuando se habla de las diversas caras del mismo ser humano, nosotros nos dedicamos al estudio interseccional de los papeles sociales desempeñados por el ser humano y la forma de introyección subjetiva de estos valores en si mismo, mostrando como el sistema capitalista se apropio de las interacciones entre trabajo y consumo en el contexto de un capitalismo globalizado, maleable e ilimitado, haciendo que el consumo ejerza una influencia, en su modalidad consumista, sobre el ser trabajador a punto del trabajo y el trabajador se instrumentalice, culminando en la inconcebible objetivación y patrimonialización de la persona humana y en la pérdida de la capacidad de acción y presión del ciudadano. | Nota de contenido: | Introducción: la modernidad líquida -- El trabajador, el consumidor y el ciudadano -- El trabajo líquido: el trabajador en busca de su lugar -- Consideraciones finales: ¿adónde está el sentimiento de la clase trabajadora? -- Referencias. | Enlace permanente a este registro: | https://opac.um.edu.uy/index.php?lvl=notice_display&id=96963 |
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